Samuel José
Introducción: Los procedimientos de discectomía cervical anterior y fusión (ACDF) son un elemento básico para abordar el dolor persistente y la radiculopatía asociada con la degeneración, hernia y/o falla del núcleo propulsor intercorporal. Se podría decir que el autoinjerto sigue siendo el estándar de oro después de enfrentar una dura competencia de alternativas biológicas recombinantes que proporcionaron cantidades suprafisiológicas de factor de crecimiento singular para apoyar la remodelación ósea. La alternativa, el nuevo factor de crecimiento del aloinjerto utilizado en esta serie, proporciona el complemento completo de factores de crecimiento disponibles del tejido del donante nativo, muchos de los cuales han demostrado desempeñar roles integrales relacionados con cascadas específicas involucradas en la remodelación ósea. La radiografía seriada se evalúa retrospectivamente para determinar la eficacia en el apoyo a la fusión.
Métodos: Se consultó a un Comité de Revisión Institucional y se otorgó una exención para la evaluación retrospectiva del estado de fusión capturado en radiología acumulado durante el seguimiento de rutina asociado con la atención posquirúrgica de pacientes que requirieron una intervención quirúrgica donde se utilizó el nuevo factor de crecimiento de aloinjerto. Un solo cirujano ortopédico capacitado en becas recopiló datos sobre 110 procedimientos ACDF consecutivos que incluyeron al menos un nivel en el que se incluyó el nuevo factor de crecimiento de aloinjerto durante un período de noviembre de 2018 a noviembre de 2022. Los criterios para considerar una intervención ACDF incluyeron dolor, radiculopatía, estenosis, cifosis, mielopatía, pseudoartrosis (previa), inestabilidad, compresión de la médula, núcleo propulsivo herniado (HNP), enfermedad degenerativa del disco y/o escoliosis. Se rehidrató un andamio de matriz de colágeno o un portador equivalente utilizando el nuevo factor de crecimiento de aloinjerto para cada una de las intervenciones quirúrgicas revisadas. La masa de injerto resultante se colocó dentro de las cajas intercorporales utilizadas en cada nivel que requería intervención. Un radiólogo independiente evaluó las radiografías seriadas obtenidas utilizando los criterios de Brantigan, Steffee y Fraser para clasificar el estado de fusión.
Resultados: A los tres meses, 70 de 162 (43,2%) niveles se consideraron fusionados, 85 de 162 (52,5%) se consideraron parcialmente fusionados y los 7 de 162 (4,3%) niveles restantes informaron con evidencia limitada de fusión. A los seis meses, 90 de 150 (60,0%) niveles se consideraron fusionados, 55 de 150 (36,7%) se consideraron parcialmente fusionados y 5 de 150 (3,3%) informaron con evidencia limitada de fusión. A los doce meses, 114/129 (88,4%) niveles se consideraron fusionados, 14/129 (10,9%) se consideraron parcialmente fusionados y 1/129 (0,8%) demostraron evidencia limitada de fusión. A los dieciocho meses, 131/133 (98,5%) niveles se consideraron fusionados, 1/133 (0,8%) se consideraron parcialmente fusionados y 1/133 (0,8%) demostraron evidencia limitada de fusión. A los veinticuatro meses, 132 de 133 (99,2%) niveles se consideraron fusionados y el nivel restante (0,8%) se consideró parcialmente fusionado.
Conclusión: Este nuevo factor de crecimiento de aloinjerto demuestra éxito en lo que respecta al apoyo a la fusión ósea deseada como resultado de una intervención de ACDF. Este enfoque multifactorial para apoyar la fusión incluye una serie de factores de crecimiento conocidos que han demostrado beneficiar a una serie de cascadas biológicas fundamentales para la remodelación ósea, incluidas las funciones osteoinductivas, angiogénicas, proliferativas y quimiotácticas. Estas relaciones paralelas trabajan en colaboración para contribuir a una remodelación ósea exitosa y pueden mejorar los resultados del paciente. Se justifica una evaluación clínica adicional para comprender mejor el potencial total de este nuevo factor de crecimiento de aloinjerto.
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