Van den Bos W, De Bruin DM, Veelo DP, Postema AW, Muller BG, Varkarakis IM, Skolarikos A, Zondervan PJ, Laguna Pes MP, Savci-Heijink CD, Wijkstra H, De Reijke TM y De La Rosette JJMCH
Objetivo: El tratamiento del cáncer de próstata, ya sea prostatectomía radical o radioterapia, se asocia a efectos colaterales que pueden provocar daños tisulares. La electroporación irreversible es una técnica mínimamente invasiva que ha demostrado ser eficaz para destruir células tumorales y se ha propuesto que disminuye la morbilidad relacionada con el tratamiento. El objetivo del estudio fue evaluar la seguridad y la calidad de vida (CdV) y los resultados funcionales de la electroporación irreversible (IRE) focal y prolongada en el cáncer de próstata.
Métodos: Se realizaron ablaciones de próstata con IRE utilizando dos protocolos de tratamiento (focal y extendida) para evaluar la variación potencial en los resultados. La seguridad de la IRE se evaluó mediante los eventos adversos relacionados con el dispositivo, periprocedimiento y posprocedimiento. La calidad de vida posprocedimiento se midió mediante cuestionarios de calidad de vida específicos para el cáncer de próstata. Se utilizaron varios cuestionarios validados para determinar los siguientes resultados: efectos secundarios genitourinarios, función urinaria y eréctil. El dolor posprocedimiento se calificó utilizando la escala analógica visual y se documentó la duración de la estancia hospitalaria.
Resultados: Durante el seguimiento a corto plazo se produjeron principalmente eventos adversos leves (grado 1-2), en su mayoría relacionados con síntomas del tracto urinario inferior. Casi todos se resolvieron entre la primera y la cuarta semana después del tratamiento. La evaluación de la calidad de vida mostró un deterioro en el dominio urinario para ambos protocolos de tratamiento. Los resultados del cuestionario de resultados funcionales se mantuvieron estables a lo largo del tiempo. El dolor posprocedimiento informado fue bajo con una mediana de 0,5 un día después de la IRE, y la duración de la estancia hospitalaria fue corta (media de 3 días). El análisis por protocolo de tratamiento mostró un aumento significativo entre una y cuatro semanas después del tratamiento (p = 0,03) en el grupo de tratamiento extendido.
Conclusión: La electroporación irreversible puede realizarse de forma segura en pacientes con cáncer de próstata. Los efectos adversos son en su mayoría temporales. La evaluación de la calidad de vida muestra un deterioro en el dominio urinario; sin embargo, los resultados funcionales se mantienen estables en el tiempo.
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