Naheed Maqbool, Rabbia Khurshid, Saleem Ullah Khan y Noor Us Sabah
La púrpura fulminante puede tener una etiología infecciosa, hereditaria e idiopática. Encontramos un caso de púrpura fulminante en un niño de 9 años que
había estado sano durante los primeros 4 años de su vida y de repente desarrolló lesiones gangrenosas en las extremidades que luego provocaron el desprendimiento de
algunos dedos. La evaluación de laboratorio reveló anemia leve, hipoalbuminemia, recuento alto de plaquetas, aPTT, TP e INR elevados, proteinuria leve y
cociente proteína/creatinina urinaria elevado. El niño fue tratado con terapia con warfarina.
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