Russell B Van Dyke, Susan P Danner, Sarah Chrestman, Patricia Kissinger, Steven Nesheim, Angela M Amedee, Gwendolyn Scott, Mardge H Cohen, Elaine J Abrams, Denise J Jamieson, Mary Glenn Fowler, Athena P Kourtis, Marc Bulterys y para el Grupo de Estudio MIRIAD
Antecedentes: Las pruebas rápidas de VIH al final del embarazo o en el parto brindan una última oportunidad (entre las madres que no amamantan) de identificar a las mujeres infectadas con VIH e iniciar el tratamiento con medicamentos antirretrovirales para prevenir la transmisión de madre a hijo.
Métodos: MIRIAD fue un estudio financiado por los CDC que se llevó a cabo entre 2001 y 2005 en 17 hospitales de 6 ciudades de los EE. UU. Las mujeres elegibles tenían un estado serológico no documentado en relación con el VIH cuando se presentaron en el trabajo de parto o después de las 34 semanas de gestación y no en el trabajo de parto. Realizamos pruebas rápidas de anticuerpos contra el VIH-1 en sangre y un inmunoensayo enzimático convencional con confirmación mediante Western blot. Las mujeres y los bebés fueron tratados de acuerdo con el estándar de atención local. El estado de infección del bebé se determinó mediante pruebas de PCR de ADN o ARN del VIH.
Resultados: Cincuenta y un bebés (1 par de gemelos) nacieron de 50 mujeres. Entre aquellas con datos disponibles, el 17% de las mujeres recibieron antirretrovirales prenatales y el 71% recibieron antirretrovirales intraparto, incluyendo el 64% de las identificadas durante el parto. Todos los 49 bebés con datos disponibles recibieron antirretrovirales. Cuarenta y cuatro bebés tenían muestras adecuadas para determinar su estado de infección y 5 estaban infectados (11,4%, IC del 95%: 1,9 - 20,7%); 3 tuvieron transmisión intrauterina, 1 intraparto y 1 tiempo de transmisión indeterminado. Ningún bebé cuya madre recibió antirretrovirales prenatales estaba infectado. La tasa estimada de transmisión intraparto entre los bebés con estado de infección definido fue del 4,5%.
Conclusiones: La realización de pruebas rápidas de detección del VIH en etapas avanzadas del embarazo o incluso durante el parto, que permiten administrar antirretrovirales a las mujeres infectadas, reduce la transmisión del VIH durante el parto. Esto pone de relieve la importancia de ofrecer pruebas rápidas de detección del VIH a las mujeres embarazadas, de las que se desconoce su estado serológico en etapas avanzadas del embarazo.
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