Keiko Komoto, Taiko Hirose y Motoko Okamitsu
El estudio fue un estudio piloto exploratorio en el que los sujetos fueron madres adolescentes y sus bebés en Japón.
Antecedentes: El número de adolescentes japonesas que dan a luz a sus hijos está aumentando, aunque sólo a un ritmo del 1,4 %. En comparación con años anteriores, optan por dar a luz en lugar de abortar. En la sociedad japonesa, no es fácil que una adolescente sea reconocida como madre porque no tiene los conocimientos suficientes para ejercer la paternidad y no está preparada para ser madre. Por lo general, necesita apoyo para ser madre.
Objetivo: El estudio examinó las relaciones entre la interacción madre-bebé adolescente, la autoestima materna y el estrés parental, que afectan el desarrollo infantil, con el fin de hacer recomendaciones para ayudar a las madres adolescentes japonesas en la crianza de los hijos.
Métodos: Los sujetos fueron 10 madres adolescentes y sus bebés de 3 a 12 meses de edad (grupo de adolescentes) y 10 madres cuya edad media era de 28,9 años, el mismo rango de edad en el que las mujeres japonesas dieron a luz a su primer bebé (grupo de comparación). Este estudio examinó las diferencias en la interacción madre-bebé, la autoestima y el estrés parental entre los grupos de adolescentes y de comparación.
Resultados: La autoestima materna tuvo una correlación negativa significativa con la interacción madre-bebé y el estrés parental. Las puntuaciones de la Escala de evaluación de la alimentación infantil en enfermería, especialmente la subescala “Sensibilidad a las señales”, entre el grupo de adolescentes fueron significativamente más bajas que las del grupo de comparación. El alto estrés parental estuvo influenciado por la dificultad para comprender al bebé y una restricción proveniente del rol parental.
Conclusión: La lectura cuidadosa de las señales del niño y la respuesta oportuna y adecuada a ellas crean relaciones más armoniosas entre madre e hijo. El estudio sugirió que la relación madre-hijo adolescente tiene una correlación positiva con la autoestima materna y el estrés parental, lo que fundamenta las recomendaciones para que las enfermeras reemplacen su autoimagen negativa de estos jóvenes por una positiva, lo que en última instancia puede reducir el estrés parental.
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