Rahel Nega Kassa y Getachew Mullu Kassa
Introducción: Si bien el control adecuado del dolor es una prioridad importante para los pacientes con cáncer, existen barreras que impiden el tratamiento insuficiente, como las actitudes deficientes hacia el dolor y la analgesia con opioides, y las barreras que existen dentro de los profesionales. Por lo tanto, se realizó esta evaluación para evaluar la actitud, la práctica de las enfermeras y las barreras con respecto al manejo del dolor oncológico en instituciones de salud seleccionadas que ofrecen tratamiento oncológico en la ciudad de Adís Abeba, Etiopía, en 2013.
Métodos: Se realizó un diseño de estudio transversal. Se realizó un cuestionario autoadministrado estructurado de forma anónima y una discusión en grupo focal entre 82 enfermeras. Se utilizó el cuestionario de la Encuesta de conocimientos y actitudes de las enfermeras con respecto al dolor (NKARSP) para la recopilación de datos. Se utilizaron los programas estadísticos Epi info versión 3.5.4 y SPSS versión 20 para la entrada y el análisis de datos. Para identificar los factores asociados con la actitud hacia el manejo del dolor por cáncer, se calculó una regresión logística bivariada y multivariada. Se utilizó el valor P y el intervalo de confianza del 95% para determinar la asociación.
Resultados: 45 (54,9%) de los participantes del estudio eran del hospital gubernamental y los 37 (45,1%) encuestados restantes eran de instituciones de salud privadas. Más de la mitad, 53,7%, de las enfermeras tienen una actitud negativa, hacia el manejo del dolor del cáncer. De manera similar, el 65,9% de las enfermeras tenían una mala práctica de manejo del dolor del cáncer. La falta de cursos relacionados con el dolor en las clases de pregrado, la falta de capacitación continua, la sobrecarga de pacientes y trabajo, la confusión de roles, la falta de motivación incluyendo el salario fueron las barreras identificadas para el manejo adecuado del dolor. Se encontró que los ingresos mensuales de más de 1500 Birr etíopes (ETB) estaban asociados con la actitud hacia el manejo del dolor del cáncer (AOR = 0,16, IC del 95% = 0,03-0,78).
Conclusión: Se observó una actitud negativa de las enfermeras con respecto al manejo del dolor oncológico. La práctica de las enfermeras también fue deficiente. Las principales barreras que obstaculizan el buen manejo del dolor oncológico fueron la falta de motivación, incluido el salario, la confusión de roles y la falta de capacitación continua. Se debe hacer un esfuerzo para mejorar el desarrollo educativo de las enfermeras, como capacitaciones en servicio sobre el manejo del dolor oncológico y familiarizarlas con las pautas de la OMS a las enfermeras que trabajan en unidades oncológicas.
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