Craina M, Anca Bordianu, Carmen Lacramioara Zamfir, Roxana Folescu, Corina Matu, Elena Bernad, Izabella Petre y Anca Muresan
Introducción: “El SIDA fue la mayor epidemia del siglo XX y seguirá siendo la epidemia del siglo XXI”, opina el profesor Jean-François Delfraissy, director de la Agencia Nacional de Investigación sobre el SIDA (ANRS). A principios de los años 90, más del 50% de los niños europeos VIH positivos vivían en Rumanía. Incluso hoy, la mayoría de las personas VIH positivas/SIDA viven en Rumanía: más de 7000 son niños y adolescentes. El objetivo de mi estudio es correlacionar las lesiones mucocutáneas genitales femeninas con el cuadro clínico y los datos de laboratorio, así como la clasificación de los datos en mujeres embarazadas.
Materia y métodos: El soporte metodológico del trabajo está representado por diversos materiales obtenidos de fuentes oficiales y de investigación personal. El análisis epidemiológico de los casos de infección por VIH se realizó con base en datos con indicadores sanitarios-epidemiológicos seleccionados de registros anuales, en el período de tiempo de 2005 a 2010. Para determinar los criterios de elegibilidad para el desarrollo del proceso epidémico, en el estudio se utilizaron métodos clásicos de análisis estadístico retrospectivo de los casos anuales y plurianuales. Se han utilizado una serie de análisis de sangre, de los cuales los más conocidos y utilizados son las pruebas ELISA y Western-Blot. La reacción de Western-Blot es muy utilizada en la actualidad para confirmar o refutar el resultado de la prueba ELISA con respecto al VIH (prueba de anticuerpos específicos), que a veces puede ser falso positivo.
Resultados y discusión: Es interesante destacar que los anticuerpos de la madre infectados pueden transmitirse al feto y pueden persistir en la sangre del feto hasta los 18 meses. Una prueba realizada durante este período es positiva, lo que significa que indicaría la presencia de la infección, aunque es posible que el feto no fuera infectado (46 casos). Por lo tanto, una prueba de VIH positiva no es significativa, solo después de los 18 meses de edad. Del total de 47 mujeres embarazadas en observación, 32 de ellas habían tenido una cesárea (las otras abandonaron nuestro servicio). La edad de las mujeres embarazadas estaba entre 21 y 36 años. La edad gestacional estaba, excepto en 2 casos (39 semanas), entre 34-36 semanas. Los recién nacidos femeninos pesaron entre 2100 g - 3300 g, IA (Índice de Apgar) 8 o 9. También detectamos lesiones causadas por sífilis en 8 de nuestros casos.
Conclusiones: El chancro genital (úlcera genital) causado por la sífilis hace que la persona sea más vulnerable a transmitir o adquirir sexualmente la infección por VIH. La existencia de sífilis aumenta de 2 a 5 veces el riesgo de contraer el VIH.
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