Bryan Lieber, Blake Taylor, Geoff Appelboom, Kiran Prasad, Sam Bruce, Annie Yang, Eliza Bruce, Brandon Christophe y E. Sander Connolly
Antecedentes: La diabetes mellitus predispone al accidente cerebrovascular isquémico, una de las principales causas de muerte en esta población, y empeora el pronóstico posterior al accidente cerebrovascular. El control de la glucemia es útil no solo en la prevención primaria del accidente cerebrovascular en diabéticos, sino también en la rehabilitación y la prevención secundaria del accidente cerebrovascular. Sin embargo, en una población con deterioro funcional y neurocognitivo frecuente, el cumplimiento deficiente de los regímenes de tratamiento es un problema importante. Los glucómetros de telemonitorización inalámbricos y digitales ofrecen una solución al problema del cumplimiento: no solo brindan a los pacientes una experiencia dinámica de su propio control de la glucemia a través de monitores digitales, sino que muchos también tienen un sistema de alerta integrado con los proveedores de atención médica y una retroalimentación más en tiempo real que los métodos de automonitorización tradicionales.
Objetivo: Evaluar la eficacia de las tecnologías de telemonitorización para mejorar el control de la glucemia a largo plazo.
Métodos: Una búsqueda en www.clinicaltrials.gov en noviembre de 2013, utilizando las palabras clave “telemonitoreo” (n=103), “dispositivo de autocuidado” (n=50) y “dispositivo de autogestión” (n=210), reveló ensayos que investigaban una variedad de enfermedades crónicas, incluidas enfermedades cardíacas, diabetes, EPOC, asma e hipertensión. Algunos de los ensayos orientados al corazón utilizaron mediciones de resultados variables. Por lo tanto, solo seleccionamos ensayos publicados sobre diabetes que comparaban los niveles de HbA1c de un grupo que recibió atención estándar con un grupo que recibió una intervención de telemonitoreo. Utilizando un modelo de efectos aleatorios de diferencia de medias, se realizó un metanálisis en cinco ensayos que midieron las diferencias en los niveles de HbA1c entre los dos grupos a los seis meses de seguimiento.
Resultados: Se identificaron cinco ensayos clínicos. Cuatro de los cinco estudios mostraron una mayor reducción de HbA1c en el grupo de intervención en comparación con los controles a los 6 meses, aunque solo uno fue estadísticamente significativo. Hubo una heterogeneidad considerable entre los estudios (I2 = 69,5%, p = 0,02). El modelo de efectos aleatorios estimó que el tamaño del efecto agregado para la diferencia media en la reducción de los niveles de HbA1c en el grupo de tratamiento frente al grupo de control era de 0,08% [-0,12- 0,28%], lo que no fue estadísticamente significativo (p = 0,42). Conclusiones: Los resultados variables pueden deberse a factores específicos de los ensayos que contribuyeron a su gran heterogeneidad. Aunque existe un gran potencial para utilizar la telemonitorización en pacientes con accidente cerebrovascular, se necesitan más ensayos para respaldar su papel en la mejora del control de la diabetes en esta población. No obstante, en el futuro la telemonitorización puede ayudar sustancialmente a los pacientes con riesgo de accidente cerebrovascular isquémico y a los que requieren una monitorización estrecha de la glucosa.
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