Salwa Bakr y Ghada El-Gohary
Las enfermedades residuales mínimas/medibles representan un indicador pronóstico independiente para varias neoplasias hematológicas, lo que ayuda a predecir el resultado clínico y permite una evaluación más detallada de la eficacia del tratamiento. Los métodos de detección de la enfermedad residual mínima han mejorado notablemente en cuanto a sensibilidad y especificidad, y actualmente se utilizan en la práctica clínica diferentes métodos, como la reacción en cadena de la polimerasa cuantitativa en tiempo real (RQ-PCR), la citometría de flujo multiparamétrica (MFC), la PCR digital o la secuenciación de nueva generación (NGS). Recientemente, se ha adoptado la PCR digital para la evaluación cuantitativa de la enfermedad residual mínima. Sin embargo, aún queda por determinar el mejor método. Si bien se informó de una mejora en la estandarización de los diferentes enfoques de la enfermedad residual mínima, es necesario definir el momento óptimo y el umbral específico para la intervención. Por lo tanto, se requieren estudios clínicos bien diseñados para disminuir el riesgo de recaída y mejorar la supervivencia general.
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