Tarek Sunna P* y Zhi Wang
El primer caso de hernia discal intradural lumbar se informó en 1942; desde entonces se han informado más de 150 casos, principalmente en la columna lumbar. La resonancia magnética (RM) mejorada con gadolinio se considera el "patrón oro" para diagnosticar esta entidad, aunque rara vez se realiza de forma rutinaria en la enfermedad del disco lumbar y el diagnóstico a menudo se realiza intraoperatoriamente y en retrospectiva con respecto a la imagen. Un hombre italiano de 63 años se presentó al departamento de emergencias quejándose de dolor lumbar, dificultad para caminar y orinar, con dolor en las piernas bilaterales. En el examen, mostró una marcha irregular, dolor en el muslo y la pierna derechos con función esfinteriana intacta. Una imagen de resonancia magnética de la columna lumbar mostró una gran hernia discal mediolateral en L3-L4, también el paciente tenía una estenosis a nivel torácico en T11-T12 y T12-L1. El plan era hacer una resonancia magnética con Gado, sin embargo, el paciente entró en retención y, por lo tanto, fue operado antes de la resonancia magnética con Gado.
Resultados: Durante la operación, la patología se identificó primero como una gran estructura parecida a un quiste, que se pensó que era un quiste sinovial, y luego, una vez que se abrió, resultó ser una extensión intradural de un disco herniado. También se realizó descompresión a nivel torácico y finalmente se realizó instrumentación desde T10 a S1.
Conclusión: Las hernias discales lumbares intradurales son una entidad poco común, la mayoría de las veces el diagnóstico no se realiza preoperatoriamente, sin embargo, una vez que se diagnostica intraoperatoriamente, se debe realizar una extracción cuidadosa del material herniado para evitar dañar las raicillas, a veces tienes patologías dobles que necesitan ser abordadas como en este paciente que tenía estenosis lumbar y torácica.
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