Mawadda Abdulraheem Elneel
Un área en la que los estudios inmunológicos han tenido una aplicación más inmediata y exitosa es en el campo de la vacunación. Las vacunas representan una de las mayores intervenciones en la medicina moderna [1]. Desde el primer uso de una vacuna contra la viruela por parte de Edward Jenner en 1796, el uso de vacunas se ha vuelto indispensable para la erradicación de la enfermedad [2]. Luego, el progreso científico ha impulsado el desarrollo de vacunas desde vacunas vivas atenuadas e inactivadas hasta vacunas recombinantes purificadas. Los recientes avances en bioinformática, proteómica, inmunoinformática, biología estructural y otros han llevado a la vaccinómica y la vaccinología inversa como enfoques novedosos para una generación de nuevas vacunas [3]. La vaccinología inversa se basa en la información genómica para identificar antígenos proteicos relevantes y el diseño de algoritmos para mapear posibles epítopos de células B y T con fines de diagnóstico o de vacunas [4].
Comparte este artículo