Nourieh Habibzadeh, Azam Bolhassani, Rouhollah Vahabpour y Seyed Mehdi Sadat
Los estudios recientes se han centrado en la mejora de los enfoques profilácticos y terapéuticos eficaces para combatir las infecciones virales persistentes. Ya se han utilizado varias estrategias de vacunas terapéuticas, como microbios vivos atenuados, vectores virales y vacunas basadas en células dendríticas, que han permitido suprimir y/o eliminar las infecciones. Entre ellas, las vacunas de ADN mejoradas han surgido como un candidato prometedor para el tratamiento de enfermedades infecciosas, especialmente las infecciones por VIH. Estas vacunas tienen las ventajas de la seguridad, el bajo coste de producción, la facilidad de uso debido a su estabilidad a temperatura ambiente, así como la capacidad de provocar respuestas inmunitarias eficaces. Se han considerado algunas estrategias para mejorar las respuestas inmunitarias estimuladas por las vacunas de ADN, por ejemplo, la optimización genética de las construcciones de ADN plasmídico que codifican antígenos, sistemas de administración de ADN eficaces in vivo, la administración conjunta con adyuvantes moleculares, así como el desarrollo de potentes regímenes de refuerzo-inducción heterólogos. Las vacunas de ADN tienen un sesgo intrínseco hacia la generación de inmunidad celular contra patógenos intracelulares. Mediante la manipulación de la formulación y la administración del ADN, también se pueden inducir respuestas de anticuerpos eficaces. Por ejemplo, los estudios demostraron que los monos inmunizados con la vacuna de ADN desarrollaron respuestas inmunitarias de células T específicas del VIH que persistieron durante meses. Es importante desarrollar la potencia de esta modalidad en la clínica. En esta revisión, los autores se centrarán en las mejoras recientes para aumentar la potencia de la vacuna de ADN en la lucha contra las infecciones persistentes por el virus del VIH.
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