Javad Javanbakht, Farhang Sasani, Fariba Khaki, Shahram Jamshidi, Mehdi Aghamohammad Hassan y Havva Marzban
Un perro de raza spitz de 12 años, con síntomas neurológicos progresivos que incluían convulsiones, ataxia,
depresión mental, caminar sin rumbo y presionar la cabeza, fue remitido al Hospital de Pequeños Animales de Medicina Veterinaria de
la Universidad de Teherán. El perro recibió diazepam antes del examen y el diagnóstico, pero finalmente murió
el primer día. En el examen físico, había una masa firme con una superficie nodular irregular, de unos 8
cm de diámetro debajo de la piel de la región de las glándulas mamarias. En la necropsia, se observó ascitis abdominal considerable, varias
masas de diferentes tamaños en los lóbulos del hígado y en la serosa intestinal. De acuerdo con los
adjetivos histológicos del epitelio biliar, debido a la textura firme de las masas tumorales y numerosas figuras mitóticas, el tumor
se confirmó como colangiocarcinoma, y ??los resultados inmunohistoquímicos para el marcador de citoqueratina demostraron
dicho diagnóstico.
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