Barve G, Sood A, Nithya S y Virmani T
Uno de los temas controvertidos que deben abordar los anunciantes es la cuestión de la publicidad dirigida a los niños. Los estudios también han demostrado que la televisión es una fuente importante de información para los niños sobre los productos. Los críticos sostienen que los niños son especialmente vulnerables a la publicidad porque carecen de la experiencia y los conocimientos necesarios para comprender y evaluar críticamente el propósito de los atractivos publicitarios persuasivos. También creen que los niños en edad preescolar no pueden diferenciar entre anuncios y programas y no pueden distinguir entre realidad y fantasía. Los críticos sostienen que la publicidad dirigida a los niños es inherentemente injusta y engañosa y debería prohibirse. Por otro lado, hay quienes opinan que la publicidad forma parte de la vida y que los niños deben aprender a manejarla en el proceso de socialización del consumidor para adquirir las habilidades necesarias para desenvolverse en el mercado. Algunos creen que los padres deberían participar para ayudar a los niños a interpretar la publicidad y pueden negarse a comprar productos que consideren indeseables para sus hijos. Las cuestiones de la publicidad dirigida a los niños han recibido gran atención últimamente. También existe una creciente preocupación por la forma en que los anunciantes utilizan Internet para comunicarse con los niños y venderles. La publicidad dirigida a los niños seguirá siendo un tema controvertido. Algunos grupos creen que el gobierno es responsable de proteger a los niños de los posibles efectos nocivos de la publicidad, mientras que otros sostienen que los padres son los responsables últimos de hacerlo. Para muchas empresas es importante comunicarse directamente con los niños. Sin embargo, sólo siendo sensibles a la ingenuidad de los niños como consumidores podrán hacerlo libremente y evitar el conflicto con quienes creen que los niños deben estar protegidos de la publicidad. Un grupo cree que prohibir los anuncios televisivos negará a los anunciantes el derecho de expresión para comunicarse con otros miembros de la audiencia. También creen que ninguna autoridad tiene la competencia profesional para actuar como "niñera nacional" que decida a qué se debe exponer a los niños. Dicen que los niños son conscientes de que las frutas y verduras son más nutritivas que los alimentos altamente azucarados. Ha habido intentos de prohibir los productos alimenticios azucarados dirigidos a los niños o vistos por ellos con información nutricional o de salud. Se informa de que los niños de entre dos y once años pasan unas 25 horas por semana viendo la televisión y ven aproximadamente 20.000 anuncios al año y 7.000 de estos anuncios son de productos azucarados. Conscientes de que los niños son imaginativos y de que el juego de simulación constituye una parte importante del proceso de crecimiento, los anunciantes deben tener cuidado de no explotar la capacidad imaginativa de los niños. La publicidad no debe estimular, ni directa ni indirectamente, expectativas irrazonables sobre la calidad o el rendimiento de un producto. Reconociendo que la publicidad puede desempeñar un papel importante en la educación del niño,La información debe comunicarse de manera veraz y precisa, y el anunciante debe tener pleno conocimiento de que el niño puede aprender de la publicidad prácticas que pueden afectar su salud y bienestar. La controversia sobre los anuncios dirigidos a los niños ha generado una corriente continua de investigación sobre los efectos de la publicidad infantil. Aunque muchas influencias afectan el desarrollo personal y social de un niño, sigue siendo responsabilidad primordial de los padres proporcionar orientación a los niños. Los anunciantes deben contribuir a esta relación entre padres e hijos de manera constructiva.
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