Gabriel Lázaro*
La resonancia magnética funcional se encuentra a la vanguardia de las técnicas de obtención de imágenes cerebrales no invasivas y ofrece información sin precedentes sobre el funcionamiento del cerebro humano. Al medir los cambios en el flujo sanguíneo y los niveles de oxigenación, la fMRI proporciona a los investigadores una poderosa herramienta para mapear la actividad cerebral, estudiar las redes neuronales y explorar los mecanismos subyacentes de varios procesos cognitivos. Esta revisión profundiza en las diversas aplicaciones de la resonancia magnética funcional en la investigación del cerebro, destacando sus contribuciones a la comprensión de las funciones cerebrales, los trastornos neurológicos, los procesos cognitivos y las aplicaciones clínicas. Una de las aplicaciones fundamentales de la resonancia magnética funcional es el mapeo de las funciones cerebrales. Al observar los cambios en el flujo sanguíneo y la oxigenación, los investigadores pueden identificar regiones cerebrales específicas asociadas con diferentes tareas, emociones y experiencias sensoriales. Por ejemplo, durante las tareas lingüísticas, áreas específicas del cerebro, como el área de Broca y el área de Wernicke, muestran una mayor actividad. De manera similar, las tareas motoras activan la corteza motora, mientras que los estímulos visuales involucran el lóbulo occipital.
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