Dr. Bernat-N Tiffon
El presente artículo examina en profundidad un caso práctico de asesinato de una menor de 18 meses perpetrado por su propio progenitor (filicidio). La singularidad de la casuística no solo radica en el impacto criminológico del asesinato en sí, sino que pivota sobre el estado mental del autor y cuya sentencia (consulta) -con base en los profesionales de Salud Mental del sector público, así como de los Médicos Forenses y otras circunstancias que rodean la casuística- no aprecia Circunstancias Modificativas de Responsabilidad Penal (CMCR) basadas en la existencia de alteración psíquica. Por otra parte, los Peritos (privados) mantuvieron su valoración profesional durante el pleno, según la cual el ofensor presentaba un trastorno mental basado en un trastorno psicótico (breve, agudo y transitorio), según la documentación clínica en mano más cercana a los hechos del caso y el testimonio de los testigos. Con la mayor parte del trabajo disponible, el artículo analiza la conducta del condenado y la compara con la hipótesis de los peritos de la defensa, en relación a los intervalos lúcidos que pueden manifestar los trastornos psicóticos y/o esquizofrénicos bajo la influencia nociva de la disfunción mental (circunstancia que, los mismos Peritos informaron en el propio acto plenario).
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