Terefe Gelibo y Antehun Alemayehu
Introducción: Para reducir la infección por el VIH (virus de inmunodeficiencia humana), recientemente se ha puesto especial atención en la promoción de los principios básicos de abstinencia, fidelidad a una pareja sexual y uso sistemático de preservativos. En Etiopía, a pesar del aumento vertiginoso del número de estudiantes en las instituciones de enseñanza superior, los estudiantes no estaban equipados con las habilidades necesarias para protegerse de la infección por el VIH.
Métodos y materiales: Este estudio transversal tuvo como objetivo identificar el uso consistente del condón y la preferencia de los estudiantes. Se muestreó y se seleccionó un total de 770 estudiantes utilizando el principio del método de asignación proporcional al tamaño. Luego, se seleccionaron estudiantes de cada departamento mediante la técnica de muestreo aleatorio simple utilizando listas de estudiantes como marco de muestreo. Los datos se recopilaron utilizando un cuestionario autoadministrado estructurado, una guía de discusión de grupos focales y listas de verificación de entrevistas en profundidad como herramientas. Se emplearon pruebas estadísticas cuando fue necesario con un nivel de significación de 0,05.
Resultado: Alrededor del 50,4% de los estudiantes utilizaron preservativo durante las relaciones sexuales en los últimos 12 meses, de los cuales el 33,2% lo utilizó de manera sistemática. Los estudiantes varones prefirieron el uso del preservativo, mientras que las mujeres prefirieron la abstinencia sexual y la fidelidad con una única pareja estable. Los estudiantes de zonas urbanas tenían 8,3 veces más probabilidades de utilizar preservativo de manera sistemática que los de zonas rurales. Los estudiantes que tenían ingresos mensuales tenían 6 veces más probabilidades de utilizar preservativo de manera sistemática que sus contrapartes.
Conclusión y recomendación: Menos de un tercio de los estudiantes usan condón de manera consistente y la preferencia por el condón varía según el género entre los estudiantes universitarios. Para responder de manera proactiva a las necesidades actuales del grupo objetivo basándose en evidencia y teorías científicas conductuales e intervenciones comprobadas, la universidad no necesita depender de un solo enfoque de intervención, sino utilizar una combinación de intervenciones conductuales, estructurales y biomédicas coordinadas para lograr el máximo efecto.
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