Guilherme Rocha Pardi, María Luisa Pereira Gomes, Fernando Henrique Guimarães de Carvalho, Luis Gonzaga Silveira Filho, Luis Ronan M. Ferreira de Souza y Dalmo Correia
Introducción: La era actual del SIDA se caracteriza por el envejecimiento de la población y el aumento de la incidencia de enfermedades no asociadas al síndrome de inmunodeficiencia adquirida. El objetivo del presente estudio fue comparar el riesgo cerebrovascular en pacientes ancianos VIH (+) bajo terapia HAART con ancianos seronegativos.
Material y método: Estudio transversal realizado entre enero de 2011 y diciembre de 2013, en el que se evaluaron 2 grupos de personas mayores de 60 años. El primer grupo incluyó pacientes VIH (+) de edad avanzada que habían recibido TARGA durante más de un año, y el segundo grupo incluyó pacientes VIH (−) de edad avanzada. Para detectar el riesgo cerebrovascular en los grupos, se realizaron evaluaciones antropométricas (índice de masa corporal y circunferencia de la cintura), evaluaciones clínicas (puntuación de Framingham) y evaluaciones de laboratorio (ultrasonografía Doppler carotídea y resonancia magnética [RM] cerebral).
Resultados: El grupo VIH(+) incluyó 26 pacientes y el grupo VIH(−) 40 pacientes. Los riesgos cerebrovasculares basados ??en el índice de masa corporal (P=0,001), la puntuación de Framingham (P=0,02) y la presencia de lesiones en la RMN (P=0,03) fueron menores en el grupo VIH(+) que en el grupo VIH(−). El riesgo cerebrovascular moderado a grave según la puntuación de Framingham fue 3 veces más probable entre los pacientes infectados que entre los no infectados (P=0,03). Además, los pacientes que habían recibido más de 10 años de TARGA tenían una probabilidad 90% menor de enfermedad cerebrovascular si presentaban una puntuación de Framingham que indicaba riesgo moderado a alto que si presentaban una puntuación de Framingham que indicaba riesgo leve (P=0,03).
Conclusión: Nuestros resultados sugieren que la presencia de infección por VIH en pacientes de edad avanzada podría aumentar el riesgo de eventos cerebrovasculares. El riesgo podría ser bajo en pacientes que reciben TARGA durante más de 10 años, lo que indica que la TARGA podría tener el potencial de reducir el riesgo de eventos cerebrovasculares.
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