Talal M. Al-Harbi, Sameeh O. Abdulmana, Mohammed Bin Falah y Reem F. Bunyan1
Informamos de una mujer de 50 años con antecedentes de mielopatía cervical espondilótica que acudió al servicio de urgencias con un dolor de cuello cada vez más intenso, entumecimiento y debilidad en las manos que inicialmente se creyó que eran secundarios a una mielopatía cervical progresiva. Sin embargo, sus síntomas progresaron rápidamente a cuadriparesia arrefléxica flácida y dificultad respiratoria en pocos días. Los estudios electrofisiológicos y el análisis del líquido cefalorraquídeo fueron compatibles con una polirradiculoneuropatía desmielinizante adquirida. La paciente mejoró tras la inmunoterapia con inmunoglobulina intravenosa. Teniendo en cuenta que se trata de una rara coexistencia, los neurólogos y neurocirujanos deben tener en cuenta la coincidencia del síndrome de Guillain-Barré en un paciente con mielopatía espondilótica compresiva para evitar consecuencias devastadoras no deseadas.
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