Wilson I.B. Onuigbo
Se ha calculado que los cánceres de pulmón que producen metástasis se cuentan por millones. También se ha sostenido que los ganglios linfáticos ocupan el estatus de órganos en la metástasis del cáncer. En consecuencia, tanto los tejidos que ahora se consideran generalmente órganos como los ganglios linfáticos, que tienen el mismo estatus, deberían estar todos aleatoriamente bañados por células cancerosas circulantes. Por el contrario, estos dos grupos de órganos muestran una diversidad muy notable en sus patrones de colonización. Así, los órganos más conocidos generalmente muestran células secundarias dispersas por todo el cuerpo, mientras que los ganglios linfáticos se ven afectados de forma selectiva. Así, en palabras de Willis, una autoridad destacada en cáncer, los cánceres de pulmón “a menudo” presentan depósitos discretos en los ganglios linfáticos abdominales, “que disminuyen en orden centrífugo”. De hecho, no se conoce tal orden en lo que respecta, por ejemplo, al hígado, la glándula suprarrenal, el riñón y los ovarios. Por lo tanto, ¿está la naturaleza mostrando señales que deberían ser descifradas? Aquí, sostengo que esto es posible. Además, existe la expectativa bienvenida de que un estudio de este tipo sobre el cáncer de pulmón pueda marcar el comienzo de un avance inmunológico que pueda conducir a una terapia dirigida y, de ese modo, a la cura del cáncer.
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