Grosek J, Cebron Z, Janez J y Tomazic A
Antecedentes: Los accidentes de bicicleta son una causa importante de morbilidad traumática en la población pediátrica. Las lesiones por manillar suelen ser aisladas y siguen siendo una fuente importante de morbilidad relacionada con la bicicleta. Presentamos un caso de laceración hepática grave con transección del conducto hepático izquierdo causada por un traumatismo con el manillar en un niño de 13 años. Presentación del caso: Un paciente varón caucásico de 13 años, por lo demás sano, fue trasladado de urgencia al hospital tras un traumatismo abdominal cerrado provocado por el manillar de una bicicleta. Un hallazgo ecográfico de abundante líquido intraperitoneal libre con características acompañantes de inestabilidad hemodinámica obligó a tomar la decisión de realizar una laparotomía exploratoria de urgencia. Los hallazgos operatorios incluyeron un hemoperitoneo masivo, una laceración profunda que casi separaba los lóbulos hepáticos izquierdo y derecho y una interrupción casi completa del conducto hepático izquierdo. Curiosamente, se preservó la anatomía vascular del lóbulo hepático izquierdo. Se realizó con éxito la hemostasia quirúrgica y se realizó una anastomosis conducto a conducto del conducto hepático izquierdo roto. Se insertó un drenaje biliar en T y la colangiografía intraoperatoria no mostró derrame extraluminal de contraste. Durante la fase de recuperación, se realizó colangiografía varias veces que reveló fuga del conducto hepático izquierdo. La fuga se manejó de manera conservadora y finalmente se detuvo. Finalmente, el niño fue dado de alta a su hogar en condición clínica estable. Conclusión: El manejo de las lesiones hepáticas cerradas ha cambiado notablemente de una operación obligatoria a intervenciones principalmente no quirúrgicas con manejo quirúrgico selectivo. La inestabilidad hemodinámica sigue siendo la principal razón para la laparotomía exploratoria. La laceración casi aislada de los conductos hepáticos principales es un hallazgo quirúrgico extremadamente raro y la reconstrucción inmediata es la mejor opción si se dispone de un cirujano experimentado. Además, aunque se observó fuga biliar después de la operación, el tratamiento conservador con un tubo en T dejado en su lugar durante un período considerablemente largo fue exitoso.
Comparte este artículo