Cordeiro TL, Duarte A, Collucci A y Frade M
La edad prepuberal puede considerarse como la más importante para la prevención y el tratamiento de la deformidad postural. Los ajustes posturales para mantener el equilibrio estático y dinámico dependen de la relación entre los órganos de entrada sensorial (captores) y el medio ambiente. Actualmente, se conocen tres captores: el ojo, el vestíbulo y las plantas de los pies. Las plantillas posturales funcionan como exteroceptores y tienen como objetivo reorganizar el tono del grupo muscular e influir en la postura corporal mediante reflejos propioceptivos y su posterior corrección. Además de las plantillas propioceptivas, el método Pilates para el tratamiento de la columna y las desviaciones posturales ha sido ampliamente aplicado, y presenta una gran adhesión y buenos resultados para los niños escolares y preadolescentes. La proyección baropodométrica del centro de presión corporal (COP) podría usarse en la práctica clínica como una herramienta de evaluación en el tratamiento de disfunciones posturales y desviaciones espinales, a través de un dispositivo baropodómetro, pero poco se ha publicado sobre sus resultados clínicos en el uso diario. En este estudio se describe el caso de un niño de 11 años con desviación pélvica debido a una longitud de piernas corta y el tratamiento elegido de acuerdo con una evaluación baropodométrica, como el uso de plantillas posturales combinadas con sesiones de Pilates durante 40 días. Después de este período, se observó una mejor distribución de la superficie plantar y de las presiones máximas, así como una carga de peso más homogénea en ambos pies, lo que puede inducir mejoras en el comportamiento postural y prevenir lesiones de columna.
Comparte este artículo