Irfan Ahmad y Reshman Shahin
El cáncer es una de las enfermedades más prevalentes que afectan a la mayor parte de la población y su frecuencia aumenta exponencialmente cada año. Los pacientes con cáncer diagnosticado generalmente son tratados con terapias convencionales como radioterapia y quimioterapia. Sin embargo, se sabe que la tasa de supervivencia y la expectativa de vida son prolongadas, pero estas terapias son bastante problemáticas, por no hablar de sus efectos secundarios perjudiciales. La terapia génica, por otro lado, es bastante prometedora, ya que la respuesta inmunitaria del cuerpo no se ve comprometida mientras se dirige a la célula cancerosa. Si bien obtener más conocimientos sobre las vías y mecanismos complejos asociados con el desarrollo de células malignas ha llevado a la identificación de terapias contra el cáncer más sofisticadas y específicas, sigue siendo imperativo ejecutar las terapias convencionales y las moléculas de medicamentos anticancerígenos asociadas. Varias características, como una menor toxicidad y la capacidad de inducir una respuesta inmunitaria, hacen que la terapia sea bastante probable para varios tipos de cáncer, como el de páncreas, ovario y glioblastoma. Según los resultados obtenidos de los estudios preclínicos en animales modelo, se ha preparado el terreno para la comercialización de los ensayos en humanos. Las ventajas asociadas con esta terapia para el tratamiento han comenzado a atraer la atención para modificar y optimizar aún más los procedimientos para obtener mejores resultados.
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