Anna G y Agata AF
Los pacientes con diagnóstico de leucemia linfocítica crónica (LLC) no tienen por qué someterse necesariamente a un tratamiento intensivo. La aplicación de la terapia depende del estado del paciente y de la forma de LCC, que se determina mediante factores predictivos y pronósticos. Se deben controlar tanto las formas indolentes como las agresivas de LCC. Para mejorar la supervivencia y la calidad de vida, es muy importante conocer cómo responde el organismo al tratamiento. Para ello, se ha introducido la estimación de la enfermedad mínima residual (ERM), es decir, el conjunto de células leucémicas persistentes después o en el momento del tratamiento. Estas células resistentes al tratamiento pueden provocar una recidiva de la enfermedad. Existen varios métodos para la evaluación de la ERM, pero en todos los casos es necesario conocer el estado inicial de las alteraciones comprobadas (aberraciones cromosómicas, expresión de proteínas de superficie, etc.). Esto permite evaluar si el tratamiento ha eliminado las células leucémicas. El método más común para la evaluación de la ERM en la LCC es la citometría de flujo. El desarrollo intensivo de las técnicas de biología molecular puede contribuir a la aplicación de otros métodos extremadamente sensibles y específicos. Esta revisión presenta el estado del arte más reciente sobre la enfermedad mínima residual en la LLC, incluidos los métodos que se utilizan para la evaluación de la EMR.
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