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Un estudio cualitativo sobre las experiencias de los líderes de atención a largo plazo en la prestación de cuidados al final de la vida en centros de atención a largo plazo en Japón

Abstract

Yoshihisa Hirakawa y Kazumasa Uemura

Varios estudios han destacado el hecho de que los centros de atención a largo plazo y el personal asistencial no están preparados para la prestación de cuidados de calidad al final de la vida. El presente estudio tiene como objetivo arrojar luz sobre cómo el personal asistencial proporciona cuidados al final de la vida y las emociones que experimentan en la prestación de estos cuidados. Los participantes del estudio fueron 4 líderes de cuidados a largo plazo de diferentes centros de cuidados a largo plazo. El tema de la discusión del grupo de enfoque fue la atención al final de la vida en los centros de cuidados a largo plazo. Utilizamos el método KJ (las iniciales de Kawakita Jiro) como una herramienta de investigación cualitativa, que se utiliza ampliamente en Japón. Las emociones y experiencias se organizaron en 9 grupos (incluyendo 2 etiquetas solitarias): 1) La participación activa de la familia es importante para el éxito de los cuidados al final de la vida; 2) El personal asistencial quiere proporcionar cuidados al final de la vida con compasión y lógica; 3) El personal asistencial preferiría evitar enfrentarse a la muerte o tratar con residentes moribundos; 4) El personal asistencial no sabe cómo comportarse en el momento de la muerte de un residente; 5) Existen barreras lingüísticas y psicológicas de comunicación entre los miembros del equipo de cuidados al final de la vida; 6) El personal de atención se acostumbra a la muerte a través de la repetición; 7) La atención al final de la vida de los ancianos es una tarea desafiante. Las etiquetas solitarias fueron “Una persona que puede mantener la calma y la compostura cuando se enfrenta a la muerte de un residente” y “No existen manuales completos sobre la prestación de cuidados al final de la vida debido a la diversidad en los procesos de muerte de los residentes ancianos”.

El presente estudio revela que los responsables de cuidados a largo plazo necesitan una persona que sea capaz de mantener la calma en un entorno exigente y emotivo de cuidados al final de la vida. Además, creen que una persona con esa sangre fría es la más adecuada para atender las necesidades del personal de atención y de la familia de los residentes y para promover la comunicación entre el equipo de cuidados al final de la vida.

Descargo de responsabilidad: este resumen se tradujo utilizando herramientas de inteligencia artificial y aún no ha sido revisado ni verificado

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