Syed Adnan Haider
Los ataques terroristas del 11 de septiembre en los Estados Unidos sacudieron al mundo. Grupos como Al Qaeda y el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP) surgieron como organizaciones fuertes con partidarios de varios países del mundo. Estados Unidos, en un intento de acabar con los líderes de Al Qaeda, inició una guerra en Afganistán y más tarde también llevó a cabo ataques en varios otros estados del Medio Oriente. Independientemente de si Estados Unidos logró o no sus objetivos bélicos, los talibanes, por otro lado, lograron ganar el apoyo de un gran número de personas, especialmente aprovechando la información sensacionalista de los medios de comunicación. Los talibanes utilizaron los medios como una de las herramientas cruciales y a través de ellos propagaron su agenda. La estrategia que adoptaron fue llevar a cabo un ataque terrorista y luego aceptar la responsabilidad de los medios de comunicación, liberando la postura de sus líderes de ampliar el alcance de su terror llegando al máximo número de personas. Pakistán asumió el papel de estado de primera línea en la guerra contra el terrorismo, pero fue testigo de enormes pérdidas en términos de víctimas humanas, daños a la infraestructura y recesión económica entre 2007 y 2014. Sin embargo, hubo una industria que experimentó un auge en el país: los medios de comunicación. La guerra contra el terrorismo y el crecimiento exponencial de los medios se dieron en paralelo y, aparentemente, parecía que los medios servían deliberadamente al TTP glorificando sus actividades, emitiendo entrevistas a sus líderes y creando sensacionalismo sobre los incidentes terroristas. Al dar una cobertura indebida al TTP en nombre de la "libertad de expresión", los medios electrónicos, como en una guerra de matones por el rating, violaron la ética periodística. Este estudio postula que los medios electrónicos promovieron el periodismo de masas en Pakistán y que todos los canales presentaron incidentes de terrorismo como noticias de última hora para obtener ganancias económicas. Hicieron que fuera difícil para el gobierno y las fuerzas de seguridad de un estado nuclear frenar la amenaza del terrorismo en presencia de una industria mediática abierta.
Comparte este artículo