Khalid Al-Matham, Fadel Al-Rowaie, Abdulaziz Al-Atmi y Lina Al-Sharif
El síndrome de Horner, caracterizado por signos clínicos que incluyen ptosis, miosis pupilar que resulta en anisocoria y anhidrosis facial, es una complicación ocular poco frecuente después de la cateterización de la vena yugular interna. Informamos de un caso que se produjo en una mujer de 23 años que desarrolló un síndrome de Horner agudo del lado izquierdo después de la inserción sin complicaciones de un catéter de diálisis permanente del lado izquierdo. La ecografía no reveló evidencia de hematoma o disección carotídea. El catéter se dejó en su lugar y sus síntomas se resolvieron por completo después de 2 días. Los médicos deben estar atentos al síndrome de Horner en estos pacientes, para asegurar que se proporcione un diagnóstico, documentación y seguimiento adecuados, con el objetivo de una mayor comprensión de los factores de riesgo y las posibles consecuencias de esta rara complicación.
Establecer un acceso vascular confiable es esencial para una hemodiálisis exitosa en pacientes con enfermedad renal en etapa terminal (ESRD). Un catéter tunelizado con manguito (permacath) se utiliza a menudo para la terapia de reemplazo renal prolongada, siendo preferido el acceso a la vena yugular interna debido a su accesibilidad, baja tasa de malposición y baja tasa general de complicaciones. Sin embargo, hasta el 35% de los intentos de cateterización de la vena yugular interna en todas las indicaciones pueden resultar infructuosos, y se han informado tasas de complicaciones de hasta el 19%.
El síndrome de Horner es una complicación ocular poco frecuente que puede ocurrir después de la inserción de un catéter en la vena yugular interna, que generalmente se resuelve de manera espontánea. Debido a su rareza, solo hay poca información disponible sobre su etiología y evolución específicas. Además, se considera que el síndrome de Horner está infradiagnosticado. El conocimiento de esta afección es importante para promover el diagnóstico, la documentación y el seguimiento adecuados de los pacientes que desarrollan sus signos. En consecuencia, informamos un caso autolimitado de síndrome de Horner que se desarrolló después de la inserción de un catéter permanente en la vena yugular interna, y lo comparamos con otros casos informados en la literatura.
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